jueves, 14 de abril de 2011


Redes sociales: nuevas oportunidades, viejas prácticas

Cada día los medios de comunicación buscan más espacios para difundir sus contenidos y ganar presencia en Internet y las redes sociales, sin que ello implique que sepan para qué están, por ejemplo, en Twitter.

Hoy empecé a seguir al portal digital poblano Imagen Poblana (@Imagen_Poblana) y a los pocos segundos me envían un mensaje privado (DM) para darme la bienvenida a su Línea de Tiempo (TL) e invitarme a visitar el portal de este medio.



Traté de agradecer la bienvenida e invitación recibida, sin embrago, si un usuario en Twitter no te sigue, es imposible que puedas enviarle un mensaje privado. El tweet que en un principio inició con la “D” (mensaje privado) se quedó sólo con el nombre del usuario, el texto de agradecimiento y una petición de que me siguiera para poder comunicarnos. Mi mensaje pasó de privado a público y en pocos minutos ya tenía un seguidor más en la cuenta de @DejaTuMensaje, desde donde se dio el diálogo.



Twitter es una de las redes sociales que más virtudes han encontrado los medios de comunicación para extender sus canales de comunicación entre sus audiencias. Es un espacio más para hacer llegar el contenido que producen y parece ser que esa es la única ventaja que quieren aprovechar.

Sin embrago, existen cuentas de medios de comunicación en la entidad −que al igual que en los tiempos en que sólo existían las versiones impresas de periódicos− que se manejan como si el periodista o generador de noticias fuera la única persona que tiene algo que decir y cuenta con los recursos tecnológicos para hacerlo.

El ejemplo más representativo de este caso lo presenta @mpueblanoticias, que nació como la cuenta de Milenio Diario, edición Puebla y que hasta hoy tiene 3 mil 961 seguidores y se da el lujo de no seguir a nadie. Este usuario es dueño de una línea de tiempo que jamás se mueve.



A poco más de cinco años de la creación de la red social Twitter, los medios se han dado cuenta que no pueden quedarse al margen y empiezan a participar. Cada quien busca y propone esquemas para llegar a la audiencia y, a pesar de que no hay receta alguna que sugiera cómo comportarse en la redes sociales, una cosa es clara, si los medios no empiezan a escuchar a su audiencia, se quedarán twitteando solos.